Las plantas de tratamiento efluentes están compuestas por distintos equipos que operan en conjunto, cada uno con una función en particular.
Esto tienen la finalidad de eliminar todos los contaminantes que existan en el agua, logrando que su estado sea más puro y libre de cualquier elemento tóxico.
Una vez que la planta realice el trabajo de tratar el agua, esta podrá ser utilizada en las industrias sin problemas, ya que estará completamente limpia para el ecosistema.
Para tratar el agua adecuadamente, esta requiere de diferentes procesos físicos, químicos y biológicos trabajando en conjunto.
Las plantas de tratamiento de efluentes se utilizan principalmente en las industrias y sector agrícola, porque sus actividades producen aguas residuales.
Por ello, es vital tratar este tipo de efluentes para poder reutilizarse, cumpliendo con los parámetros impuestos por las leyes del país.
Por lo tanto, una planta de tratamiento de efluentes fue diseñada para permitir que el agua sea reutilizable, siendo su principal función eliminar todos los residuos que pueden ser tóxicos, para así lograr reducir la contaminación en el agua.

¿Cómo funcionan las plantas de tratamiento de efluentes?
Para tratar el agua correctamente, las plantas de tratamiento operan en distintas etapas, con la finalidad de eliminar todos los elementos contaminantes en el agua.
Las etapas son las siguientes:
Pretratamiento
La finalidad de la primera etapa, es retirar todos los restos sólidos que se encuentran en el agua.
Esto se logra con el uso de rejillas de distintos tamaños, para poder filtrar todo tipo de residuos de forma eficaz.
Tratamiento primario
Para esta etapa, se utilizan tanques de sedimentación combinándolos con un sistema de bombeo.
La finalidad de utilizar los contenedores, es poder descontaminar todos los residuos tóxicos del agua que se encuentran en el fondo del contenedor. Además, en esta etapa se separan las grasas y los plásticos que tiene el agua en la superficie.
Tratamiento secundario
En las etapas anteriores, se eliminan todos los residuos, pero siguen quedando bacterias en el agua. Por ello, el objetivo de esta etapa es eliminarlas por completo.
Para el tratamiento secundario, también se hace uso de un sedimentador, pero se diferencia del resto por estar basado en principios biológicos, para así eliminar cualquier bacteria que exista en el agua.
Para la eliminación de la materia orgánica biodegradable se utilizan microorganismos, permitiendo alcanzar una gran pureza del agua (alrededor del 85%).
Tratamientos terciaros
Esta etapa se conoce como tratamientos avanzados y su objetivo es aumentar el nivel de pureza del agua, para así volverla apta para consumo humano.
El primer paso de los tratamientos terciarios, es filtrar y retener la materia y toxinas residuales. Luego, se procede a la desinfección, mediante el uso de productos químicos que permiten purificar el agua, hasta que resulte apta para consumo.