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Peor agua de España ¿Madrid?

El agua del grifo es una fuente de suministro básica en muchas ciudades españolas. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado la presencia de microplásticos en el agua de algunas localidades, planteando interrogantes sobre los posibles riesgos para la salud y la necesidad de una regulación adecuada.

El problema de los microplásticos:

Los microplásticos son partículas diminutas de plástico que pueden medir desde cinco milímetros hasta apenas una micra. Estas partículas son resultado de la descomposición de plásticos más grandes y se encuentran en una variedad de productos. Además de representar una amenaza para el medio ambiente, cada vez se plantea más la preocupación por sus posibles efectos en la salud humana.

El estudio en ciudades españolas:

El reciente estudio publicado en la revista Water Research se enfocó en analizar los microplásticos presentes en el agua de ocho ciudades españolas, incluyendo Madrid, Barcelona, Vigo, A Coruña, Murcia, Cartagena, San Cristóbal de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria. Los investigadores descubrieron que, si bien los niveles de microplásticos eran bajos en comparación con otros estudios a nivel mundial, aún existía la necesidad de establecer parámetros saludables.

El estudio reveló que las concentraciones de microplásticos en el agua del grifo varían entre las ciudades analizadas, aunque las diferencias no son significativas. Madrid registró los niveles más altos, superando los 30 microplásticos por metro cúbico, mientras que Cartagena presentó los niveles más bajos, con solo 7 microplásticos por metro cúbico. Las restantes ciudades se encontraban entre 10 y 15 partículas por metro cúbico..

Origen y tipos de microplásticos:

El origen de los microplásticos en el agua del grifo puede atribuirse a diversas fuentes, como las canalizaciones y las plantas de tratamiento de agua potable. Los investigadores encontraron que los principales polímeros sintéticos presentes eran poliamidas, poliésteres y poliolefinas. Estos plásticos se encuentran en todas las muestras analizadas y se asemejan a los plásticos utilizados en la sociedad en general.

El impacto en la salud:

La presencia de microplásticos en el agua potable plantea interrogantes sobre los posibles riesgos para la salud humana. Aunque la investigación sobre los efectos a largo plazo de la ingestión de microplásticos es aún limitada, existen preocupaciones fundamentadas. Estas diminutas partículas de plástico pueden contener aditivos químicos y absorber contaminantes del entorno, lo que podría tener consecuencias negativas para nuestra salud.

La falta de regulación y referencia:

Una de las principales preocupaciones es la falta de regulación y parámetros aceptables en relación con la presencia de microplásticos en el agua potable. A nivel mundial, la información sobre las concentraciones varía considerablemente, y en Europa no existe una regulación específica al respecto. Los investigadores señalan que los datos en España están en el rango bajo en comparación con otros países, pero se requiere una normativa clara para proteger la salud pública.

Avances en la regulación europea:

Si bien los niveles de microplásticos encontrados en el agua del grifo en España no plantean un peligro inmediato para la salud pública, es necesario establecer regulaciones y parámetros de referencia para proteger a largo plazo.

A nivel europeo, se están realizando esfuerzos para abordar este desafío. La Unión Europea está trabajando en la inclusión de los microplásticos en la legislación comunitaria, estableciendo límites y regulaciones más estrictas. Estos avances regulatorios son cruciales para garantizar un suministro de agua potable seguro y libre de contaminantes, tanto en Madrid como en el resto de Europa.

El futuro del agua embotellada:

Ante la preocupación pública, el estudio se ampliará para analizar también el agua embotellada. Las concentraciones de microplásticos en estas muestras aún se desconocen, pero existe una amplia disparidad en los estudios realizados en todo el mundo. La evaluación de estas concentraciones proporcionará una imagen más completa de la presencia de microplásticos en el agua que consumimos.

 

Aunque el agua del grifo en las ciudades españolas analizadas contiene cantidades relativamente bajas de microplásticos en comparación con otros lugares del mundo, es fundamental establecer regulaciones y parámetros de referencia claros. La protección de la salud pública requiere una mayor atención a la calidad del agua potable, considerando tanto la presencia de microplásticos como otros contaminantes antropogénicos. Con una regulación adecuada y un monitoreo constante, se podrá garantizar un suministro de agua seguro y libre de contaminantes para la población.