El agua de lluvia, que antes era considerada como una fuente confiable de agua potable, ya no es segura para su consumo. Esto ha sido anunciado por investigadores de la Universidad de Estocolmo y la ETH Zúrich en un artículo publicado en la revista Environmental Science & Technology.
El estudio ha demostrado que el agua de lluvia está contaminada por sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Estos son un grupo de agentes químicos fabricados y utilizados en muchas industrias que no se degradan, pueden acumularse con el tiempo y tienen efectos perjudiciales para la salud, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. Por esta razón, reciben el apodo de “productos químicos para siempre”.
Las PFAS se propagan globalmente en la atmósfera y, como resultado, se pueden encontrar en el agua de lluvia y en la nieve. El equipo de investigadores ha analizado la presencia de PFAS en la atmósfera durante la última década y descubrió que los niveles de algunas no están disminuyendo notablemente a pesar de que el principal fabricante, 3M, los eliminó gradualmente hace 20 años.
Además, se ha conocido más información sobre la peligrosidad de estos agentes químicos. Como resultado, los valores de referencia aceptables para PFAS en agua potable, aguas superficiales y suelos han disminuido considerablemente. Por ejemplo, el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que causa cáncer, ha disminuido 37,5 millones de veces en EE.UU.
Las PFAS se han asociado con una amplia gama de daños graves para la salud, incluidos el cáncer, problemas de aprendizaje y conducta en niños, infertilidad, complicaciones del embarazo, aumento del colesterol y problemas del sistema inmunitario.
Además, las PFAS son altamente persistentes, pero su presencia continua en la atmósfera también se debe a sus propiedades y procesos naturales que las reciclan constantemente de vuelta a la atmósfera desde la superficie. Un proceso importante en este ciclo es el transporte del agua de mar al aire marino mediante aerosoles marinos, una área de investigación activa para el equipo de la Universidad de Estocolmo.
Además, los PFAS también pueden contaminar el suelo y los cuerpos de agua subterráneos, lo que aumenta la probabilidad de que se filtren en la cadena alimentaria y afecten la salud de los animales y las personas que los consumen.
A pesar de que algunos fabricantes, como 3M, han eliminado gradualmente los PFAS en los últimos 20 años, los niveles de algunos de estos agentes químicos no han disminuido considerablemente. Esto se debe a su persistencia y a los procesos naturales que los reciclan constantemente en la atmósfera.
Es importante señalar que los hallazgos sobre la peligrosidad de los PFAS han llevado a una rebaja considerable en los valores de referencia aceptables para estos productos químicos en agua potable, aguas superficiales y suelos. Sin embargo, el proceso de eliminación de los PFAS de la atmósfera es un desafío importante que requiere la cooperación de la industria, la comunidad científica y las autoridades reguladoras.
En resumen, el agua de lluvia ya no es potable debido a la presencia de PFAS, un grupo de agentes químicos altamente persistentes y perjudiciales para la salud. Estos productos químicos se encuentran en la atmósfera y se filtran en la cadena alimentaria, afectando la salud de los animales y las personas. Es necesario tomar medidas para reducir los niveles de PFAS en la atmósfera y proteger la salud pública.