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Cómo potabilizar agua de forma casera

Aunque el agua que utilizamos a través de los grupos de nuestra casa ya está procesada por varias plantas de tratamientos de aguas y mantenimientos específicos para ella, es posible que también queramos ir un paso más allá y deseemos tratar agua doméstica de forma casera.

Por ello, aquí explicaremos varias formas sencillas, cómodas y efectivas para poder tratar agua casera y algunos consejos básicos y detalles sobre cómo hacerlo mediante el sistema de filtración.

Métodos sencillos para potabilizar agua de forma casera

Tratar el agua doméstica de forma casera, significa eliminar los residuos y los organismos que son nocivos para nuestra salud como las bacterias, parásitos, hongos, virus e impurezas.

Aquí veremos algunos métodos sobre cómo tratar agua doméstica en casa para beber, de forma fácil y sencilla.

Utilización de cartuchos filtradores

El uso de cartuchos filtradores es uno de los tratamientos de agua caseros más efectivos y utilizados por todo el mundo. Consiste en la instalación de un filtro de salida del agua y otros en el trayecto.

Esta instalación puede ponerse incluso en los propios grifos y su mantenimiento es muy sencillo: sólo habrá que cambiar los filtros cuando están saturados o de 3 a 6 meses si se encuentra bajo el fregadero.

Tener jarras filtrantes en casa

A la hora de querer tratar el agua doméstica, tener una jarra filtrante es uno de los métodos más sencillos y conocidos para ello. Y es que, este tipo de jarras poseen una capacidad entre dos y cinco litros.

Si decidimos utilizar este método, es recomendable cambiar los filtros mensualmente y fregar el interior de la jarra con agua sin impurezas y con un trapo limpio sin utilizar.

Comprar osmotizadores

De todos los métodos que puedan utilizarse para el tratamiento de agua casera, el osmotizador es el sistema más eficaz, ya que consigue eliminar un 99% de las bacterias, virus y otros elementos nocivos para nuestra salud.
Su mecanismo consiste en separar las sustancias dañinas por presión contra una membrana porosa semipermeable, y su montaje se hace a partir de un kit en el fregadero.

Su mantenimiento incluso, es más sencillo y cómodo que el de otros métodos, ya que solo habrá que cambiar la membrana cada dos años y los filtros anualmente.

Por lo que, en definitiva, comprar osmotizadores, es la mejor forma de tratar el agua casera más sencilla y económica a la larga.