El acceso al agua potable es uno de los principales retos a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad. Se estima que alrededor de 2.200 millones de personas no tienen acceso a agua segura para beber, y esta cifra podría aumentar a 3.000 millones en 2050.
Este problema se agrava por el cambio climático, que está provocando una mayor frecuencia e intensidad de las sequías en todo el mundo. En España, por ejemplo, el año 2023 ha sido el más seco desde 1981, y se espera que la situación continúe empeorando en los próximos años.
En este contexto, un equipo de cuatro estudiantes de secundaria de Virginia Tech (EEUU) ha desarrollado un nuevo invento que podría revolucionar el tratamiento del agua: una botella desalinizadora portátil alimentada por transpiración.
¿Cómo se desarrolla la idea?
La botella, que aún se encuentra en fase teórica, funciona a través de un proceso híbrido de ósmosis inversa y evaporación. El agua del mar se introduce en la cámara superior de la botella y pasa a través de una membrana de ósmosis inversa, donde se retienen las sales y otros minerales.
En ese momento, el agua libre de sales se acumula en la cámara de agua filtrada, mientras que una aleta solar situada en la parte superior de la botella facilita la evaporación del líquido. Esto ayuda a generar una diferencia de presión que permite que la succión sea lo suficientemente fuerte para superar la ósmosis inversa y hacer que el agua salada sea apta para consumir.
La hoja sintética nanoporosa que se encuentra en la cámara de salida inferior ayuda a eliminar cualquier resto de sal o impureza que pudiera quedar en el agua.
Ventajas de la botella desaliinizadora
La botella desalinizadora portátil presenta una serie de ventajas respecto a otros métodos de desalinización. En primer lugar, es más portátil y fácil de transportar, lo que la hace ideal para su uso en zonas remotas o afectadas por catástrofes naturales.
En segundo lugar, es más eficiente en términos de energía, ya que no requiere electricidad para funcionar. Esto la convierte en una opción más sostenible que los métodos tradicionales de desalinización, que suelen depender de combustibles fósiles.
Por último, la botella es más económica que otros métodos de desalinización, lo que la hace más accesible para las comunidades que no pueden permitirse pagar por el agua potable.
Inspiración en los manglares
El equipo de estudiantes se inspiró en los manglares para desarrollar su invento. Los manglares son ecosistemas costeros que se encuentran en zonas tropicales y subtropicales. Son capaces de crecer en agua salada gracias a unas raíces especiales que les permiten absorber el agua y los nutrientes sin que la sal les afecte.
Se dieron cuenta de que el proceso de transpiración de los manglares podría utilizarse para desalinizar el agua. La transpiración es el proceso por el que las plantas eliminan el agua a través de sus hojas. Cuando el agua se evapora, deja atrás las sales.
Los estudiantes diseñaron su botella desalinizadora para aprovechar este proceso. La aleta solar de la botella ayuda a aumentar la velocidad de evaporación, lo que genera una diferencia de presión que ayuda a extraer el agua salada del agua del mar.
¿Cómo ayuda al medio ambiente?
La botella desalinizadora portátil es un invento prometedor que podría ayudar a resolver la crisis global del agua. Si se logra llevar a la práctica, podría proporcionar un medio asequible y sostenible para que las personas de todo el mundo tengan acceso a agua potable.
El hecho de que se inspire en los manglares es un plus, ya que demuestra que se puede aprender de la naturaleza para desarrollar soluciones innovadoras a problemas complejos.
